La Gran Barrera de Coral es un arrecife de más de 2,600 kilómetros de longitud; la biodiversidad de sus aguas es hermosa e incomparable, pero tristemente está muriendo.
El fenómeno del Niño (un incremento periódico en la temperatura del agua) y el calentamiento global provocado por el hombre han ocasionado que, el día de hoy, más del 95% del arrecife se encuentre dañado.
Los corales están perdiendo sus tonalidades variopintas y adoptando un color blancuzco. La consecuencia de esto a mediano plazo es la muerte de los corales y las especies que ahí habitan.
El departamento de medio ambiente de Australia ha aprobado un rescate millonario con tal de palear la situación, pero algunos creen que llega tarde.
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